Quiénes somos, de dónde venimos, adónde vamos

Quiénes somos, de dónde venimos, adónde vamos
Ricardo Carpani, 1991, acrílico sobre papel

06/06/2011

¡Gana Perú!

Con Ollanta Humala

Perú se arrima mejor al espíritu de la Unasur

Por Roberto Páez González

La victoria electoral no es ajustada, pero a Humala lo estrecha el bloque partidario que la hizo posible. Un dato relevante de independencia, sin embrago, reside en que el triunfo sobre el fujimorismo ha dependido de su liderazgo, una condición sine qua non.
Gana Perú. Por eso, y porque gana Perú, el Perú posible requiere una nueva inserción solidaria en su contexto sudamericano, la página Alan García -que llevó el país al seguidismo de la política exterior de los USA- va a ser volteada, después de la lamentable campaña del presidente saliente, el encono de la prensa orgánica -local y del imperio- y el mundo de los negocios de los que en Perú tienen lazos prioritarios con la derecha neoliberal, usufructuaria de los « tratados de libre comercio » con Estados Unidos.
Pero ese tratado de Perú está firmado e inició su aplicación el 1.2.2009. Este es otro de los frenos para que la región se armonice. En cambio las necesidades sociales de Perú no van a dejar de expresarse, ni el pueblo va a escatimar esfuerzos de movilización para hacer florecer nuevos derechos. De todos modos, de eso depende que el gobierno de Humala se gane un apoyo duradero y por tanto bases sólidas para la estabilidad de la nueva política.
Humala afirmó que no va a repudiar los acuerdos firmados por su predecesor, pero que va a renegociar su aplicación efectiva. A su vez, Mario Chehade -vicepresidente electo- afirmó que harán un gobierno de concertación nacional que cambiará la distribución de la renta.
Las propuestas de búsqueda de equidad social, los derechos humanos y la promoción del hombre peruano contra todo racismo, y la contribución al dinamismo creativo de la Unasur parecen ser las vías inmediatas para que Perú no pierda el tiempo.
Perú, Chile y Colombia –invitados a una liga del Pacífico, a la que llaman Arco del Pacífico, incluyendo a Mexico- tienen ante todo una historia suramericana. Y en punto a temas del Pacífico -además de las actuales reclamaciones peruanas sobre la delimitación marítima- Perú, Bolivia y Chile tienen que terminar con las secuelas de la Guerra de 1879/1884, lo que no tiene por qué ser visto con el espíritu belicoso de Andrés Allamand Zavala, que mentó la capacidad de las Fuerzas Armadas chilenas para hacer respetar la soberanía de su país, así como los tratados internacionales existentes1.
En realidad, no es imposible plantearse canjes de territorios y aprovechamientos mutuos de recursos que pudieran permitir una solución honorable para los tres países hermanos con gran beneficio para los mismos y para la estabilidad política y el crecimiento económico-social de la región. Siempre que –desde luego- no primen como otrora las insidias y cizañas de potencias extrarregionales que en el pasado causaron la guerra y las heridas por tanto tiempo abiertas. Acaso sea una gran misión mediadora de la Unasur la que pueda hacer una contribución definitiva.
Si Gana Perú, ganamos los latinoamericanos2.
1 El ministro de Defensa, Andrés Allamand, un líder de la derecha chilena respondió así a la decisión del gobierno boliviano de acudir a la Organización de Estados Americanos (OEA) para exigir una solución frente a su demanda de una salida soberana al mar: “Chile tiene Fuerzas Armadas prestigiadas, profesionales y preparadas, que están en condiciones de hacer respetar los tratados internacionales y de cautelar adecuadamente la soberanía y la integridad territorial”.
2 Ver el Plan de Gobierno 2011- 2016:

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